Los anticonceptivos de emergencia se utilizan en las primeras 72 horas después de una relación sexual de riesgo para evitar un embarazo no deseado. Su efectividad es muy alta si se administra en ese lapso de tiempo.
Si tiene un retraso de 10 días y la prueba de embarazo es negativa probablemente no se encuentre en embarazo y el retraso se debe al uso del anticonceptivo, que puede causar este tipo de situaciones.