En el momento que empiece a ver que el orgasmo no es el fin último para perseguir, lo obtendrá, es decir; la relación sexual es cuestión de sentidos, de cerebro, de creatividad, de cambiar rutinas, de desearlo sinceramente , de comunicación con la pareja. Si llega a la relación sin cansancio, con entrega, con tiempo, convencido de que usted lo desea y su pareja también y se dispone a complacer y ser complacido, llegará lo que tiene que llegar de manera fácil y fluida. No se obsesione con esto porque puede jugarle en contra.