Los antidepresivos ayudan a modular los niveles de neurotransmisores en el cerebro para que los estados de ánimo no cambien mucho. Hay de muchas clases y cada uno depende de la enfermedad que presente la persona. No solo se usan para controlar la depresión sino también se usan para la ansiedad, los trastornos afectivos-bipolares e incluso también sirven como terapia para el insomnio.