La sensación de oído tapado se puede dar secundariamente a múltiples causas: las más frecuentes son tapones de cerumen, ingreso de agua por piscinas o durante el baño, infecciones.
En caso de tapones de cerumen se recomienda la aplicación de gotas de glicerina para ablandarlo y luego -por medio de un lavado de oído- sacarlo. Lo recomendable en su caso, es que consulte al médico para que la valore presencialmente y por medio de la otoscopia determine cuál es la causa.