Siempre que se tengan relaciones sexuales existe riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual como el VIH, la única manera de estar 100% protegido es la abstinencia. Sin embargo, cuando los condones de látex se usan de manera constante (en todo momento) y correcta (adecuada colocación) son altamente eficaces para prevenir la transmisión sexual del VIH.
Por lo tanto el uso que dio al preservativo es el correcto y esto disminuye drásticamente la probabilidad de adquirir una infección. Sin embargo, estar con una trabajadora sexual no deja de ser una situación de riesgo. Es recomendable que pasado 1 mes de la exposición se realice una prueba de tamizaje para VIH, ELISA de cuarta generación, y que en lo posible evite este tipo de prácticas sexuales que aumentan considerablemente el riesgo de contraer cualquier tipo de infección de transmisión sexual.