Después de la cesárea -las primeras 2 a 3 semanas- es común presentar algo de sangrado, que va disminuyendo hasta desaparecer... dejando al final un flujo amarillento. Pero este no debe ser de mal olor. Si presenta abundante flujo de mal olor y dolor pélvico debe consultar al médico tratante para descartar cuadros infecciosos del postparto. Recuerde que tiene una herida en su útero en cicatrización.