La fiebre se define como una temperatura corporal cuantificada con termómetro igual o mayor a 38,3 °C. Si usted se percibe caliente debe confirmar o descartar la presencia de fiebre mediante el uso del termómetro.
En caso de persistir con los picos febriles sin una causa clara deberá asistir a valoración médica para estudio. De lo contrario puede relacionarse a cambios o condiciones propias del clima y la actividad física.