Los diodos emisores de luz, con distintas aplicaciones tecnológicas, son empleados igualmente en dermatología y medicina estética como estimulador cutáneo con diferentes propiedades de acuerdo al tipo de luz que se trabaje.
Dentro de sus posibles efectos adversos se encuentra el daño visual en algunos espectros al iluminar directamente la retina. La exposición a la luz hace parte del foto-envejecimiento.