Es esperable que al recibir de forma directa los rayos solares sienta molestias, esto debido a la intensidad de los mismos. No es recomendable que observe directamente la luz del sol.
Las molestias deben disminuir gradualmente cuando justo sale al exterior. Sin embargo si nota que la luz genera molestias persistentes o dolor, es necesaria una valoración con oftalmología para descartar otras afecciones del globo ocular.