Se trata de un medicamento que contiene una hormona femenina llamada progesterona. Se emplea cuando la mujer no está produciendo progesterona en niveles adecuados. Uno de los usos más comunes, es en la mujer que no está en embarazo pero ha pasado varios meses sin tener sangrado menstrual (como en su caso).
Antes de indicar un tratamiento es indispensable conocer cuál es la causa por la cual está teniendo irregularidades en el ciclo menstrual, ya que si no se trata a tiempo podría terminar afectando su salud y fertilidad. Por lo tanto, antes de indicar que debe seguir tomando Provera, es indispensable que sea valorada por un gineco-obstetra que con una buena historia clínica, examen físico y ayudas diagnósticas pueda establecer el diagnóstico y tratamiento adecuados.