El uso de inhibidores de la bomba de protones como Esomeprazol y Pantoprazol se asocia a un incremento en la secreción de gastrina como respuesta regulatoria al bloqueo en la producción de ácido. No está establecida la significancia clínica de dicho hallazgo, pero parece relacionarse con la acidez de rebote que se genera ante la suspensión brusca de este tipo de medicamentos en pacientes con enfermedad ácido-péptica.
Adicionalmente las dosis del Esomeprazol no suelen superar los 40 mg en la mayor parte de los casos y el Pantoprazol suele emplearse en dosis de 40 - 80 mg. al día.