El tratamiento más frecuente es la cirugía, en la cual se remueve el útero. Posteriomente y según los hallazgos patológicos y clínicos durante el seguimiento, pueden hacerse otros tipos de tratamientos si lo requiere como quimioterapia o radioterapia. En términos generales si se detecta a tiempo, tiene buen pronóstico y no requiere tratamientos adicionales.