La Ciprofloxacina es un antibiótico que cada vez se usa menos ya que las bacterias han adquirido resistencia al medicamento. Se puede usar para manejar la salmonelosis, infecciones urinarias, infecciones del tracto respiratorio complicadas, tuberculosis, osteomielitis, fiebre tifoidea, chancro, gonorrea e infecciones intra-abdominales por gérmenes resistentes.
En presentación en forma de gotas puede ser empleada para infecciones óticas o conjuntivitis. Debe evitar su automedicación.