Existen muchas formas de masturbarse y los cuidados deberán depender de la forma en la que lo hayan hecho. Es importante que los cuidados no solo sean después, sino también antes y durante. Lo primero es la higiene: cualquier objeto o parte del cuerpo que esté en contacto con la vulva o vagina, deberá estar bien lavado (aseo antes y después de utilizar manos o juguetes sexuales, por ejemplo). Si existe contacto con la región anal, por ningún motivo deberá regresar a la zona vaginal sin haberse aseado nuevamente.
A nivel local, lo único recomendado es la higiene íntima (asear sus genitales externos con agua y jabón o champús íntimos especializados) al momento de la ducha general o del baño diario.
No se recomiendan las duchas vaginales (introducir manguera ni dedos en la vagina para asear con agua y jabón ni ningún otro tipo de sustancias). Le sugiero que si ya tiene pareja con la cual se ha estado masturbando y piensa dar el siguiente paso, piense antes en utilizar un método de planificación.