Un piercing es un cuerpo extraño que genera una reacción inflamatoria en el cuerpo. Ese bulto -si se acompaña de dolor- puede ser secundario a un absceso o simplemente ser el remanente de la cicatriz que genera la perforación.
Si presenta fiebre, secreción purulenta e imposibilidad para la movilización debe acudir a valoración médica presencial.