Un testículo sano es capaz de asumir las funciones y mantener la producción hormonal necesaria para el organismo sin mayores repercusiones. Es comprensible que tras la resección testicular se presenten dudas y múltiples inquietudes. Si este tema genera ansiedad importante que afecta sus actividades diarias, se recomienda una valoración por psicología o psiquiatría para soporte emocional.