Los hemocultivos se realizan para la detección y cultivo de bacterias en el torrente sanguíneo que puedan asociarse como patógenos causantes de un cuadro clínico específico. En un escenario clínico especial se puede indicar un cultivo para hongos de una muestra de sangre que tendrá otras condiciones. Los virus no son microorganismos cultivables en la práctica clínica habitual por diversos factores como dificultades técnicas, costos y la falta de asociación entre su crecimiento y la patología en todos los casos.