La lidocaína y prilocaína son anestésicos locales cuya administración es tópica, por encima de la piel o también se usan para anestesiar en procedimientos odontológicos. Debe tener precaución con el producto si tiene enfermedades hepáticas o de células de la sangre.
Algunos efectos adversos son adormecimiento prolongado del sitio donde fue aplicado, además de dolor de cabeza, mareo o alteraciones cardíacas como arritmias.