Las alteraciones de las glándulas suprarrenales, que están encargadas de producir hormonas y catecolaminas (adrenalina, noradrenalina) que regulan diferentes funciones fisiológicas en el cuerpo, pueden llevar a síntomas como nerviosismo, presiona alta, temblor, sensación de intranquilidad o estrés cuando se liberan de forma anómala. Por ejemplo en el feocromocitoma (tumor del centro de la glándula que produce y libera en exceso catecolaminas).
Una opción de tratamiento es la intervención quirúrgica, donde se extrae la glándula afectada. Si la otra glándula no tiene alteraciones, puede asumir con facilidad las funciones sin causar alteraciones y, por ende, los síntomas que padece el paciente en el momento tendrían que desaparecer.