Es normal siempre y cuando el sangrado haya estado disminuyendo y cambiado de color: al principio es rojo después comienza a hacerse marrón y en las últimas etapas es blanco.
Si el sangrado es profuso, huele mal, se acompaña de alguna secreción, hay cambios en la herida quirúrgica o dolor abdominal intenso debería consultar por urgencias.