Existen varias causas que podrían explicar este síntoma. Las más frecuentes son ingesta copiosa de alimentos la noche anterior -especialmente de difícil digestión-, intoxicación alimentaria, periodos de ayuno prolongados y enfermedad por reflujo gastroesofágico.
Si los síntomas persisten luego de mejorar estos hábitos, consulte de forma presencial a su médico.