La miopía es un defecto refractivo, es decir por la configuración del globo ocular la entrada de la luz afecta la formación apropiada de la imagen desde determinadas distancias. La alimentación sana o el consumo de alimentos ricos en carotenos como la zanahoria contribuyen a mejorar la agudeza visual principalmente en los contrastes de luz y sombra, más no logran corregir un defecto refractivo.
Si presenta una alteración refractiva de la visión es necesario el uso de gafas para prevenir complicaciones y mejorar la visión. La cirugía es altamente efectiva, se indica en personas mayores de 20 años con una miopía estable (no aumentada) para evitar la reaparición del defecto posterior a la intervención quirúrgica.