Si su amígdala derecha siempre ha estado grande y no le ha generado algún problema, no hay razón para preocuparse. Sencillamente es más grande (hipetrofia), sin que ello tenga un significado de enfermedad.
Pero si le genera dolor u otros síntomas asociados, sería necesario que fuera valorada por un médico para que determine la necesidad de operarla. Lo ideal sería que la valorara un médico otorrinolaringólogo, que es el especialista en esa parte del cuerpo.