Los cambios hormonales durante la adolescencia estimulan la secreción de las glándulas sudoríparas a nivel axilar, que asociado a las condiciones propias de la zona favorecen el desarrollo de malos olores. La presencia del olor más localizado en un lado no representa una condición patológica sino una variante común. Mantenga una adecuada higiene personal y lave la zona diariamente para evitar acumulación de residuos y malos olores.