Al revisar el historial de sus preguntas hemos notado que su duda ya ha sido resuelta, casi que de forma unánime se ha llegado a la misma conclusión. Por lo tanto, si aún sus dudas persisten, sería conveniente que consulte de forma presencial con un médico e incluso, si tiene la posibilidad de hacerlo, con un infectólogo: es el experto en esta área y le puede dar una respuesta mucho más detallada a su interrogante.