La congestión y la tos no constituyen signos de alarma para asistir a urgencias. A esta edad en niños alimentados con lactancia materna exclusiva no es necesaria una deposición diaria y se debe evitar al máximo la aplicación de enemas para no condicionar al cuerpo a la necesidad de un estímulo externo. En tanto el niño reciba el seno, expulse gases o pedos, no se distienda notoriamente, no hay necesidad de ir a urgencias.
El manejo de secreciones a esa edad se realiza con lavados nasales por horario y a necesidad. Asistir a urgencias si presenta: dificultad respiratoria, se le hunden las costillas, se pone azul, no come o todo lo vomita.