Los abortos son mucho más comunes de lo que pensamos. Muchas mujeres tienen un aborto y ni siquiera se dan cuenta, confundiéndolo con su menstruación. Los hematomas por detrás de la placenta hablan de que no se fijó adecuadamente y al no poderse nutrir, la placenta deja de crecer.
Una gran cantidad de abortos se producen porque los bebitos no venían bien, es decir que tenían alteraciones genéticas que no le permitían desarrollarse más. Es muy difícil saber qué fue mal en su caso. Lo importante es pensar que dentro de lo complicado de la situación, está bien de salud y el ánimo irá mejorando.
Si desea un nuevo embarazo, no olvide acudir al médico desde antes de embarazarse para que pueda orientarle de manera adecuada acerca de lo que debe de hacer para lograr el mejor resultado.