La Amoxicilina tiene un riesgo muy bajo cuando se administra durante la lactancia materna y no afecta el bebé, el Naproxeno tiene un riesgo bajo y se secreta en pequeñas cantidades en la leche materna por lo que puede causar un poco de somnolencia en el bebé pero sin complicaciones graves para su salud. Si su médico prescribió los medicamentos quiere decir que el beneficio es mayor que el riesgo y puede realizar el tratamiento con confianza.