La fotofobia o la intolerancia a la luz tiene muchas y muy diversas causas, que van desde el consumo de medicamentos hasta las actividades laborales como por ejemplo estar fijando la vista mucho tiempo en una pantalla.
Se recomienda permitir al ojo acostumbrarse a la diferencia de luz al ir al exterior y evitar hacerlo bruscamente si tuvimos la vista fija en una pantalla. Sin embargo, es importante acudir al médico para hacer una valoración oftalmológica que descarte algún problema en el ojo (como pudiera ser la miopía).
Una dieta balanceada y rica en frutas y verduras ayuda a mantener un óptimo estado de salud, aunque poco podrá hacer para aminorar los síntomas mencionados. La cirugía láser está indicada solamente en casos extremos y para ciertas enfermedades bien definidas, no como una solución a los síntomas oculares solamente.