La inflamación en una herida posterior a la actividad física es un signo de inflamación local por aumento del flujo sanguíneo, a su vez por infección local en la herida. Se recomienda hacer un adecuado cuidado de la herida (lavarla y cambio de curaciones) y suspender la actividad física por 2 semanas para adecuada cicatrización.
En caso de aumentar la inflamación, cambio del color, dolor a la palpación y secreción purulenta se debe consultar al médico.