Mientras el medicamento inyectado quede dentro del área muscular se puede conservar su efectividad. Si esta se aplica subdérmica pierde su efecto adecuado.
Los signos de mala aplicación pueden ser enrojecimiento de la herida, hinchazón, secreción purulenta o dolor intenso y persistente. Por todo lo anterior un personal capacitado es el que debe aplicar el medicamento.