El fisting consiste en una técnica sexual en la que se introduce a nivel vaginal o rectal el puño completo. Esta técnica si no se hace con cuidado podría generar lesiones de la pared vaginal o rectal, con sangrado o mayores complicaciones asociadas.
En relación a tomar orina no existen estudios actuales que aprueben esta técnica, que podría conducir a compromiso renal del paciente.