Lo ideal es no vomitar si no es estrictamente necesario. Los medicamentos pueden durar en degradarse en el estómago más o menos 1 hora, ya después pasan al intestino y se absorben para ser metabolizados por el hígado y eliminados por vía renal.
Si presenta vómito persistente, dolor abdominal, cambio de coloración en la piel o fiebre debe acudir para valoración médica inmediata.