Los antipsicóticos atípicos o de segunda generación son medicamentos para el tratamiento de trastornos como esquizofrenia, manía, anorexia nerviosa, trastorno bipolar, agitación. Su mecanismo de acción es sobre los receptores de serotonina. Sus efectos secundarios son alteraciones en la marcha, movilidad y motor (acatisia, parkinsonismo y discinesia). Al suspender su uso los efectos secundarios por lo general se suprimen, por lo cual hay recuperación de estos y casi no hay reportes de secuelas persistentes.
Pero puede presentar aumento de síntomas por parte de patología psiquiátrica para la cual se formularon (efecto rebote) por lo cual se recomienda continuar en control con el médico tratante.