La infección por VPH no es estrictamente mortal, ya que la mayoría de las veces el sistema inmune es capaz de contener la infección y no deja que se desarrolle. Lo que puede causar el VPH es cambios precancerosos a nivel del cuello uterino, que son detectados precozmente por la citología cervicovaginal. Por eso se recomienda hacerla cada año. Si hay una detección temprana de estos cambios se evita la transformación a cáncer, por lo que no constituye una enfermedad mortal.