El sistema de regulación de los carbohidratos incluye la función de distintas hormonas, producidas en diferentes partes del organismo. De forma general -principalmente la insulina y el glucagón- producidas por el páncreas se encargan de disminuir y aumentar los niveles de azúcar o glucosa en sangre respectivamente, por lo que alteraciones a este nivel pueden generar un disbalance.
Lesiones a nivel del hígado se asocian igualmente a alteraciones de dicho metabolismo por su participación en el proceso de regulación. En situaciones de estrés o daño orgánico se libera cortisol, un corticoide endógeno que afectará los niveles de glucosa en sangre.