Durante el embarazo es normal que se presente hinchazón de manos y tobillos debido al efecto de la progesterona. Sin embargo cuando el dolor o la hinchazón es mayor a la que ha venido tolerando se convierte en un signo de alarma para consultar.
Sería prudente que se acerque a un servicio médico para que revisen el bienestar del feto y su presión arterial.