La inflamación de la tiroides se siente no como en la garganta sino en el cuello, además de que da otra sintomatología si es por hipotirioidismo (estreñimiento, caída del pelo, resequedad en la piel, intolerancia al frío, bradicardia) o si es por hipertiroidismo (taquicardia, temblor, ansiedad, diarrea, intolerancia al calor). Lo ideal es que acuda a valoración por su médico de cabecera para que se palpe el cuello y se mire la orofaringe y así determinar si necesita un examen más especializado por otorrinolaringólogo.