Las pruebas de inmunocromatografía, dependiendo el fabricante, tienen una sensibilidad alrededor del 95% y una especificidad del 85% y se utilizan como pruebas rápidas. Según las guías colombianas tienen validez como primera prueba a realizar.
Las pruebas de EIA, dependiendo el laboratorio, presentan una sensibilidad cercana al 99% y una especificidad del 98%. Son muy buenas y confiables si se realizan con los estándares de calidad recomendados. En resumen: una prueba negativa EIA de cuarta generación a los 2 meses de la relación de riesgo descarta la posibilidad de haber contraído el VIH.