El estudio es una cuestión de hábito, la capacidad de mantener en la memoria se relaciona con distintos factores entre ellos la constancia y las estrategias de estudios empleadas. Estas últimas dependen mucho de la persona, para algunos es suficiente con leer, mientras que otras precisan de leer y resumir o graficar.
Ciertamente hay evidencia que muestra que entre mayor estímulo haya en torno a un tema más fácil podría ser evocar el recuerdo. Por ejemplo: atendiendo una clase, tomando notas importantes y realizando una lectura del tema previa o posterior. Finalmente, a medida que trabaja el hábito de estudio se dará cuenta de qué estrategias funcionan más para usted: lectura, gráficos, esquemas con colores, resúmenes, videos, entre otras. Dedique un tiempo durante el día exclusivamente al estudio para permitir el desarrollo del hábito, mantenga un adecuado patrón de sueño para favorecer el reposo mental y los procesos de memorización. Pedir ayuda a otros compañeros o personas también puede contribuir. Si considera que presenta fallos en la atención o en la capacidad de concentración puede solicitar valoración por psicología para asesoría inicial.