Cuando se administran este tipo de hormonas se debe realizar un control periódico, para saber si la concentración que se está dando es la adecuada. Generalmente se hace con la TSH y la T4 libre, si estas se encuentran en rangos de seguridad se considera una paciente eutiroidea (con un adecuado balance de la hormona según los requerimiento del organismo) y por lo tanto, todas las funciones del organismo se pueden realizar de forma normal, incluyendo la capacidad reproductiva. Si llega a quedar en embarazo, se debe realizar un control más estricto de la función tiroidea ya que en la mayoría de los casos los requerimientos aumentan significativamente. Si se realiza un adecuado seguimiento, no se deben presentar inconvenientes en el desarrollo de su bebé.