No necesariamente un bebé debe hacer deposiciones a diario, lo importante es que no presente síntomas asociados por ejemplo que se ponga irritable, tenga el abdomen duro o le dé fiebre. Su hijo ya debería estar alimentándose con una dieta igual a la del resto de la familia, pero en porciones menores.
Lo recomendable es que ante este tipo de situaciones aumente el consumo de fibra (frutas, ensaladas y verduras) y agua. Si definitivamente con ello no mejora o presenta signos de alarma como los anteriormente mencionados, es necesario que usted lo lleve al servicio de urgencias. Allí podrá ser valorado por un médico para determinar si se puede dar tiempo a que haya una deposición espontánea o es necesario utilizar medicamentos o enemas.