El borojó es una fruta afrodisíaca por tradición cultural, es decir creencias transmitidas de generación en generación (al igual que las ostras, el guaraná, el chontaduro, entre otros). Se dice que es afrodisíaca porque aumenta el deseo sexual. Sin embargo hasta el momento no hay evidencia científica que sustente el uso de estos alimentos para mejorar la función eréctil.
Existen medicamentos indicados para el mejoramiento de la erección, no obstante deben ser prescritos por un urólogo o un especialista en el tema ya que en algunos casos requieren de estudios adicionales.