Cuando cambie al bebé, límpielo bien y revise la zona anal para ver si tiene alguna lesión sangrante o algo anormal (eso se hace separando las nalguitas bien y revisando el esfínter anal, previa limpieza adecuada). Si no observa nada anormal de forma externa, entonces vigile la cantidad de sangre que vea en los pañales (si es que sigue presentando sangrados). Si es frecuente y la cantidad considera alta hágalo evaluar. Vigile también signos de palidez o aletargamiento del bebé que hagan sospechar anemia o sangrado agudo.