El problema con las várices es que no hay algo que las quite como tal (salvo la cirugía cuando está indicado hacerla). Hay que ser directos y claros: no hay una cura milagrosa para las várices y los procedimientos que se hacen suelen ser temporales y más estéticos que funcionales. Tampoco garantizan que no vuelvan a aparecer.
En ese orden de ideas y teniéndolo muy claro, lo que se puede hacer es ayudar con las medias compresivas y hacer seguimiento a la evolución, no se puede hacer más realmente. Ayuda el mantener una práctica deportiva regular en las que se trabaje la musculatura de las piernas y, especialmente, la pantorrillas. El resto es seguimiento.