El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) consiste en la etapa final de infección por VIH donde el estado inmunológico del individuo se ve ampliamente afectado predisponiéndolo al desarrollo de procesos infeccioso, es decir sus defensas bajan de forma significativa lo que favorece el desarrollo de complicaciones mayormente de origen infeccioso a nivel del cuerpo que conllevan finalmente al deterioro del organismo y la muerte. Las infecciones relacionadas o indicadoras de SIDA suelen ser infecciones poco comunes o infecciones de mayor severidad de la esperada para un individuo de determinado grupo en ausencia de factores de riesgo. Los síntomas que indica no son indicadores de VIH ni SIDA por sí solos, algunos podrían asociarse a infecciones transmitidas sexualmente sin ser indicativos necesarios de esta. Las molestias referidas suelen asociarse a procesos infecciosos respiratorios.