Lo más probable -por su edad- es que la condición esté sujeta a un componente psicológico o psicosomático como estrés, cansancio físico, etc. Es poco probable que detrás de esa molestia haya algún problema físico grave. Puede evaluar si existe alguna de estas causas para corregirlas y así lograr una sexualidad plena. En ocasiones es necesario un estímulo adecuado que suele conseguirse con la pareja.