El alcohol produce diferentes efectos en la gente que lo consume: mareo, vómito, dolor de cabeza, irritabilidad a la luz. No todos generan lo mismo e incluso se puede generar tolerancia en las personas, es decir que a medida que van tomando más y más los efectos se hacen menos evidentes. Eso es diferente para cada persona.
Los síntomas se generan por los productos del metabolismo del alcohol a nivel hepático que terminan generando el mareo y la depresión del sistema nervioso central.