El antígeno prostático se puede inflamar en patologías benignas de próstata que impliquen que la próstata se agrande o se inflame, por ejemplo hiperplasia prostática o prostatitis o en patología cancerosa. Lo más importante y necesario es que acuda a consulta médica -ya sea con médico general o con urólogo- para examinar la próstata y determinar si requiere de algún otro estudio adicional más específico.