Es recomendable que una herida con secreción purulenta sea evaluada por el personal de salud para descartar complicaciones. Si se trata de una secreción como pus o materia, se debe realizar limpieza de la zona, se puede posicionar una gasa o apósito. Si el origen de la secreción es un proceso infeccioso, está se detendrá al lograrse un control del mismo.